Hijas,
no vivo por ustedes.
Yo vivo por mi mismo
Por verlas convertidas en mujeres
Para que no caigan en el abismo.
Soy un hombre egoísta.
No hago otra cosa que pesar en mí.
Quiero satisfacerlas en una que otra cosita,
Para alegrarme viéndolas sonreír.
Haré muchos esfuerzos en la vida,
Trabajare para que ustedes crezcan
Para que obtengan todo lo que merezcan
Y eviten de este mudo las heridas.
Niñas, yo solo quiero
Que aprendan a vivir y a ser felices
Y que el amanecer de un buen enero,
Hagan de sus heridas cicatrices.