CONTIGO SÓLO QUIERO

Contigo, sólo quiero

 Llegar hasta la esquina

Tomados de las manos,

Llenarte de caricias

Y rozarte los labios

Caminando sin prisa.

Después, ¡qué más me da!

Tú que sólo has besado

Tan sólo por besar

Yo, que nunca he entendido

Para qué sirve un beso

Quiero besarte tanto

Y tomarte las manos

Quiero sentir tus labios

Y sentirte aquí dentro.

Contigo sólo quiero

Caminar en silencio

Muy despacio, tranquilos

Acariciar tu pelo

Mirarme yo en tus ojos

(Tu mirada es mi espejo)

Para que sea ese instante

Eterno aquí en mi pecho. 

AMOR Y ODIO

La verdad es que me asustas

Cuando con odio me miras

Responderé con mi lira

Y te hablaré con mi música

Si odio es lo que tú sientes

Digo que ese sentimiento

No lo conozco; no miento,

No me pasa por la mente.

Te amo con todas mis fuerzas

Con un amor tan sincero

No sabes cuanto te quiero

Cómo estas en mi cabeza

Pero el odio que me tienes

No compite con mi amor

Yo quitaré ese dolor

Si a mí esta noche tú vienes.

LA NIÑEZ

Esta mañana es linda para escribir mil versos

Pero versos de niños, poemas infantiles

Sin rimas ni metáforas, sin una alegoría.

La mañana es hermosa para sentirme niño.

Puedo volver atrás, y recordar las alas,

De mariposas rojas sobre las suaves gramas

Del patio de mi abuela.

Cuánto amé a mis abuelas,

Y cómo las recuerdos,

Mis viejas protectoras, Ay, cuánto me apoyaron!

Su ternura era un grito a través de sus ojos,

Sus ojos contratantes con sus delgados cuerpos,

Sus ojos siempre llenos de infinita ternura

Sus ojos siempre vivos, porque el amor es vida

Cuantos las amo viejas

Aunque no estén conmigo,

Esta mañana hermosa se acercan sus recuerdos,

Me encuentro revestido con fueros de mi infancia

¿Pues quién soy, sino un niños bañándose de sol?

Cómo disfruto el aire, cómo gozo la vida!

Qué linda son las nubes y hermosas las montañas,

Cuán hermosos los sueños, recuerdos de mi infancia

SEÑORA

Señora, perdone a este truhán que sin querer

Le ha roto el corazón en mil pedazos

Pero usted se ha aferrado a algunos plazos

Más largos que los de cualquier mujer

Mientras tanto ha crecido la flor

Mas bella del jardín, la flor prohibida

Por tantas y otras cosas  de la vida

Se abrió para entregarme su fulgor.

No maldiga a este ladrón de sueños

Que no pensó jamás en esta conquista

Dios siempre da más de lo que te quita

Porque de todo, El es el único dueño.

Espero que pueda perdonarme, señora; o pude resistirme a su hija.

TU AUSENCIA

Aun siento que tu ausencia me perturba

Se desliza en mis sueños, sigilosa

Se esconde en las espinas de las rosas

Y en el matiz grisáceo de la lluvia

Me persigue en las barras, con el vino,

Que sorbo a sorbo llevo a mi garganta,

Es un fantasma que mi ilusión espanta

Y que llena de piedras los caminos

Esta ausencia es amarga y asesina

Del sufrimiento, la caricatura

Del amor infinito y la locura

De tu presencia, la contra divina.

Encontré este poema entre mis cosas. Estoy armando mi equipaje. ¿Me creerán si les confieso que no recuerdo si el poema es mío? Pero se parece tanto a mí que tiene que haber salido de mis entrañas.

HA LLEGADO LA HORA DEL AMOR

Ha llegado la hora del amor
Los días de quererte como a mi propia vida
El tiempo de secar y curar las heridas
Ha llegado la hora del dolor

Ha llegado la hora de vencer
El miedo que me agita al saber que soy libre
Un blanco potencial de los fusiles
Más nada me detiene y marcharé

SI UN AMOR

Si un amor me esperara,

Yo no estaría bordeando un hondo precipicio

No contaría segundos de una vida indolente

No sumaría en mi ser ni virtudes ni vicios

Ni tendría desengaños helados ni calientes

Si tuviera un amor, sería un amor vehemente.

Si un amor me dejara, aferrado entendiera

Que luchar por amor es luchar por la vida

Que el amor, yo lo juro, siempre vale la pena

Y que en cosas de amores no hay causas perdidas

Si tu amor me soltara, si me dejara libre

No cerraría mis ojos para poder soñar

Esclavo, este vivir me sería imposible

Y aunque tuviera alas jamás podría volar

LA LLUVIA

Otra vez, como ayer, llegó la lluvia
Para enredar el hilo de mis sueños
Llueve sobre mi techo y yo me empeño
En pensar más en ti, fiera y desnuda.

Es el frío que me causa, rudo, indiscreto;
El relámpago atroz; el trueno cruel
Que me hacen despertar, igual que ayer,
En esta habitación que es un desierto.

Esta agua sideral en mi clausura
El sentimiento acedo de estar lejos.
Cuando llueve, amargamente dejo
Que brote mi dolor bajo lluvia.