Por Dionicio Campusano
Se bien que tú me amas, hermosa amada mía,
Por eso yo te ofrezco el resto de mis años
Has hecho que me olvide de tantos desengaños
Mis horas más amargas colmaste de alegría
Yo un tronco,
tú una flor, estás entre mis brazos
Me encienden tus suspiros, tus besos delirantes
Que transforman en
gloria mis antiguos fracasos
Y si ante era pequeño, hoy me siento un gigante
Eres mi primavera, princesa primorosa
Mi sol, eres mi amor, y todo lo que tengo
Contigo he descubierto el porqué de las cosas
Ya se hacia donde voy, y sé de dónde vengo
Amor eres mi ciencia y mi filosofía
Te siento cuando sueño y cuando estoy despierto
Comprendo que no tengo la vida sin tu vida
Ya no puedo alejarme de ti un solo momento
Si te alejas te extraño como se extraña el aire
Como extraño la luz en una noche oscura
Juro que nunca tanto había querido a nadie
Sé que tienes dos vidas porque mi vida es tuya.
Y dale, Campusano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario