Tú y yo nos encontramos en medio de mi huerto
Entre dos primaveras que brotan de tus ojos
Tú y yo nos atrapamos en un beso impoluto
Que enciende tus entrañas y mis orbitas
Tú y yo nos acercamos en cada amanecer
Para dar a la vida la redondez del mundo
Tu virginidad tibia me sujeta tranquilo.
Me detiene tu vientre palpitante.
Entre el cielo y tu ombligo, he aprendido
A calmar las fatigas, y a saciar el hambre.
Me han redimido tus manos y tu boca.
Mi corazón, un techo en tu amor ha encontrado
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