Finalizando el año 2011, compartí con el Sr. Américo González. Hablamos de varios temas relativos a la comunidad, de los clubes de décadas atrás, de las asociaciones agrícolas, de los seminarios en los que participaban los agricultores; en fin, la conversación fue una agradable reminiscencia de los tiempos más productivos de ese líder comunitario que ha sido Américo.
La lucha por las reivindicaciones de los agricultores fue siempre intensa. Por desgracia, los agricultores nunca fueron reivindicados. Hubo tiempos mejores, eso sí. Pero los agricultores nunca han obtenido lo que merecen. De eso hablaba Américo conmigo.
Pero Américo siempre ha trascendido las fronteras del sector agrícola. Ha sido también un promotor del deporte, especialmente del beisbol. Nizao sabe de las contribuciones de ese hombre polifacético. Se ha preocupado, además, por el destino de las diferentes asociaciones comunitarias de su pueblo. Su lucha más extensa fue una emprendida hace más de treinta años. A finales de los años setenta, la Asociación Agrícola Lorenzo González, compró un solar para la construcción de un centro comunal en el Zapotal. Durante varias décadas, la asociación pedía a las autoridades la construcción del anhelado centro. Pasaron décadas, pero las peticiones, que eran escuchadas durante las campañas políticas, eran luego arrojadas al olvido durante las ejecuciones municipales.
El sueño comienza a cumplirse ahora. Mediante la modalidad de Presupuesto Participativo, el Ayuntamiento Municipal de Nizao erige el Centro Comunal de El Zapotal en el mismo lugar donde lo han decidido la Asociación Agrícola Lorenzo González y el resto de la comunidad.
Se cumple por fin, el sueño de Américo y de su comunidad. El Zapotal observa cómo su centro comunal se erige vertiginosamente. Y así continúa la Revolución Cultural
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